Maratón de Chicago 2011, mi maratón número 26


Acá estamos de regreso para compartir con ustedes lo que fue mi más reciente experiencia en un 42k: se trata del Maratón de Chicago (Mi maratón N° 26), de igual forma quiero que sepan que cada vez que me siento frente al computador para escribir sobre estas vivencias, siento la misma sensación de no saber por donde comenzar, sin embargo y motivado a que son muchos los motivos e ideas que pasan por mi cabeza, trato de ser consciente para no extenderme y hacer muy larga y tediosa la entrada, y, claro, siempre trato de escribir lo más importante para que aquellos corredores que visiten mi blog le saquen provecho y puedan llevarse algo sobre mis anécdotas, sobretodo porque cada 42k es una historia diferente llena de nuevas vivencias y sensaciones. De igual forma, en esta entrada voy a aprovechar para dejarles algunos tips importantes sobre mi segunda visita a la ciudad de Chicago, quien no quiera leerlos puede irse directo a mi relato sobre la carrera. Y es que, Chicago es una de esas ciudades americanas que ofrece muchas atracciones turísticas, además te deja ese sabor en la boca, asociado a las ganas que te quedan de volver. Así que, en mi caso había que aprovechar estos 5 días que tenía para visitar, repetir y conocer algunas cosas que quedaron pendientes en mi primer viaje a esta ciudad.

Llegué a Chicago el miércoles en la noche, me fui directo al hotel, Congress Plaza Hotel. A pesar que este hotel es viejo y sus instalaciones están algo desgastadas es cómodo, sus habitaciones son amplias, esta bien ubicado y es limpio. Sin dudas que la ubicación de esté hotel es lo más conveniente para un corredor, ya que esta frente a la salida y llegada del maratón, verdaderamente esto hace que sea super práctico, por lo que se convierte en una excelente opción. En ese sentido la relación costo-beneficio es muy buena. En seguida salimos Joselyn, Miguelangel y yo a cenar en una de las mejores pizzerías que hemos conocido, se trata del restaurante Giordano's Pizza, acá preparan la suculenta y famosa Tuffed Pizzas, ahí tienen el link para que no se la pierdan.

El jueves en la mañana salí a trotar 5 km por el Millenium Park, luego nos fuimos al Shedd Aquarium, es del tipo de acuarios que tienen una gran colección de peces de todos los continentes, ideal para llevar a los niños, en el caso de Miguelangel, lo disfrutó un mundo, altamente recomendable, además, desde afuera tendrás una excelente panorámica de la ciudad y está ubicado cerca del museo de ciencias naturales y del planetario, en el mismo parque. Toda esta área compone el Grant Park, incluyendo el Millenium Park. En la tarde nos fuimos caminando desde allí por la orilla del lago Michigan hasta Navy Pier, un lugar ideal para trotar y manejar bicicleta, además, ahí podrás disfrutar de restaurantes, jardines, museo, teatro, parques infantiles, paseos en Ferry, parque de atracciones y tiendas para tus compras. Y, finalizamos el día con la visita al John Hancock Center, un rascacielos con 100 pisos y 344 m de alto, las mejores vistas de Chicago están en este observatorio. La entrada incluye el audio tour muy bien explicado y con ipod touch muy interactivo, el piso 95 alberga un restaurante, llamado "The Signature Room on the 95th Floor, pueden ver a través de las ventanas una maravillosa vista de Chicago y el lago Michigan.

El día viernes corrí 8 km por el Grant Park, un lugar excelente para trotar, ya que tiene un sendero y un muelle que bordea el Lago Michigan desde Navy Pier hasta el Soldier Field, luego regresé al hotel, desayunamos y nos fuimos al Millennium Park, para tomarnos una foto en el Cloud Gate, un atractivo turístico de visita obligatoria, que por su forma la gente lo bautizó “The Bean” y que en español significa frijol, lo cierto del caso es que es semejante a una gota gigantesca de mercurio líquido, esta escultura refleja los rascacielos y las nubes del cielo de Chicago según desde donde la mires. Los visitantes observan su forma elíptica con sorpresa durante largos minutos, tratando de descubrir las imágenes reflejadas que devuelve esta sutil escultura de la británica Anish Kapoor. Luego nos fuimos a la expo a buscar mi número y a comprar algunas cosas, que como de costumbre, tienen que ver con artículos de exclusividad para corredores. Al salir de la expo nos fuimos a almorzar a Chinatown, allí coincidimos con José Alviarez, un corredor amigo de Puerto Ordaz, donde tuvimos la oportunidad de compartir el almuerzo y caminar un rato por las calles de este lugar, luego regresamos al downtown, donde aprovechamos para visitar y subir al Skydeck en La Torre Sears, sin dudas que este mirador es un lugar privilegiado donde se puede observar todo Chicago y sus alrededores. Luego nos fuimos al hotel para cuadrar la hora de la cena en Bucca di Beppo, con algunos corredores venezolanos que se encontraban en Chicago (Aníbal Santaella, Paola Rodríguez, Eduardo Caro y José Alviarez).

El sábado, pasamos de nuevo por la expo, ya que a última hora me antojé de comprarme los Zapatos Newton (luego les comentaré sobre este boom de calzado), acá tuve la oportunidad de fotografiarme con la figura y mejor corredor en este momento de los EEUU, Ryan Hall. De ahí nos fuimos a almorzar pasta en el restaurante italiano ROSEBUD, ya que había que cargar el cuerpo de glucógeno, después nos fuimos al hotel a descansar un rato, para luego ir en la noche a la cena de la pasta en el Hotel Hilton, por cierto esta cena de la pasta no es emocionante, de verdad no se que pasa con este evento que no tiene el respaldo y la asistencia de los corredores como en otros maratones, probablemente será el costo y que la cena no ofrece grandes atractivos, así que, recomiendo no incluirla en la inscripción, es preferible irse a una de las tantas opciones que ofrece la ciudad ese día para los corredores.

Acá voy a abrir un paréntesis, y es que, siempre hemos oído hablar y leído sobre las recomendaciones de no comer ni probar nada diferente a lo que hemos estado acostumbrado durante el ciclo de entrenamientos y sobre toso el día anterior a la carrera, para evitar indigestiones. Sin embargo, después de visitar el stand de la Gatorade y ver las explicaciones sobre las propiedades del recién lanzamiento de la línea de productos Serie G, sustentado en los últimos hallazgos de la ciencia aplicada al rendimiento deportivo, en estudios del Instituto Gatorade de Ciencias del Deporte (GSSI), y, orientadas a corredores de largas distancias, para consumir antes, durante y después de la carrera, compré tres de los cuatro productos que componen esta serie, en primer lugar tenemos el Gatorade Pro 01 Prime, que es un combustible que se debe tomar la noche anterior al maratón, con un sabor muy dulce; luego el Gatorade Prime 01, que viene empacado en una bolsita plástica para tomárselo 15 minutos antes de la salida del maratón, la cual proporciona energía llevando al máximo la disponibilidad de carbohidratos en los músculos y la botella Recover 03, para tomar al finalizar la carrera y que permite la recuperación inmediata de los corredores, así como la reposición de líquidos y electrolitos. Honestamente, considero brutal este nuevo posicionamiento de la Gatorade, se trata de un producto con una novedosa presentación impactante, deportiva y audaz. Sin dudas, una marca que sabe como resaltar.

Prácticamente, pudimos probar todos los productos de esta serie G y constatar los beneficios de esta nueva línea de gatorade que promete ser todo un éxito en el mundo de los maratones, ojala llegue pronto a Venezuela. En mi caso particular los recomiendo ampliamente, y desde ya seré un asiduo consumidor de estos productos, no sólo para el día del 42k sino para mis ciclos de entrenamientos.

Domingo 9 de octubre, a las 4:00 de la mañana ya estaba despierto dando vueltas en la cama y mirando por la ventana de la habitación, que tenía una vista espectacular hacia el punto de la partida, desayuné un yogurt con frutas, dos ruedas de pan con mermelada y cuatro pastillas de Mega GH4, me volví acostar, considerando que el hotel estaba en frente de la salida. A las 6 am ya estaba despierto de nuevo, envuelto con la misma energía y emoción que suele uno sentir en el gran día de la carrera. Al bajar a la planta baja del hotel, me conseguí con la primera gran emoción, el lobby estaba lleno de corredores de todos lados del mundo, y sobre todo muchos corredores americanos.

La carrera empezaba a las 7:30 am así que tenía planeado llegar alrededor de las 6:45 am para acomodarme en el Corral “B”, que fue el que me asignaron, gracias al 42k que corrí en Boston el año pasado. Siempre es bueno salir en estos puestos intermedios para no malgastar energía al comienzo de la carrera por la aglomeración de corredores que se producen en el embudo de salida. El día estaba bellísimo con un cielo azulito, lo que prometía ser un día soleado y caluroso.

Motivado a que el hotel quedaba en frente de la salida, en ese cruce de calle habían miles y miles de corredores enfilándose a sus corrales. En el camino hacia mi corral coincidencialmente volví a encontrarme a un corredor colombiano que conocí en el aeropuerto y maratón de Boston el año pasado (Luis E Vargas Martínez), nos saludamos efusivamente y cada quien siguió hacia su lugar de partida, con el acuerdo de encontrarnos al final de la carrera en la letra “C” o la “V” (de Colombia y Venezuela).

Al llegar a mi corral mostré mi número que me identificaba como acreedor del Corral “B” y al ingresar comencé a respirar clima 100% maratón, de veras que no tienen idea de cuanto disfruto de estos momentos, sin dudas que los 42k me apasionan demasiado, siento que lo vivo a plenitud.

Se dice que el Maratón de Chicago es ideal para debutar, sin embargo en mi corral estaba rodeado de miles de maratonistas que sabían a lo que iban, y, aunque mi objetivo era terminar el maratón por debajo de 3:30, rápidamente me coloque delante del pacer de 3:20, ya que sentía que podía mantener el paso de 4:45 por kilómetro.

Mi corral ya comenzaba a llenarse, un helicóptero sobrevolaba la Avenida Columbus, filmando el evento, escuchamos el himno de los EEUU, muchos corredores con la mano derecha sobre el corazón, no se cual es el origen, pero confieso que a mi este himno me emociona, hasta el punto que se me eriza la piel, quizás producto de toda esa mezcolanza de emociones y sentimientos que se experimentan en ese momento.

Por los altavoces anuncian la salida de los discapacitados, eso significaba que quedaban pocos minutos para dar inicio a la carrera. A las 7:30, se dio la GRAN salida, como siempre en estos momentos me emociono demasiado, son muchas las cosas que pasan por mi mente, de hecho recordé rápidamente uno de los tantos mensajes de Twitter que gentilmente me enviaban los amigos, cargados de buena vibra, entre ellos el de Leonardo Ramírez @lers1970 que decía, à “Éxito amigo! La fuerza te acompaña, mañana vas tan solo a retirar la medalla que ya ganaste en los entrenamientos” muy acertadas sus palabras, considerando que ese día de la carrera recogeremos el fruto de todo el esfuerzo cosechado en la preparación, además, de los cientos de kilómetros corridos, del fortalecimiento del cuerpo, de los entrenamientos temprano los fines de semana, etc. Solo aquellos corredores que entrenamos para alcanzar esta meta, sabemos el esfuerzo y sacrificio de lo que esto significa.

Desde el mismo momento en que crucé la línea de salida empecé a sentir el aliento y la energía de los miles de corredores, así como la emoción y entusiasmo que transmiten los millones de espectadores que siguen la carrera en vivo a lo largo de todo el recorrido apoyando, aplaudiendo; alentando, gritando y repitiendo el nombre que lleva cada corredor en su franela.

En los primeros 5km me sentí muy cómodo al ritmo de 4:45 por km, marcando los primeros parciales en 23:44, rápidamente aparecieron los 10k en 47:17, y, acá me voy a detener para resaltar que, sin dudas, una de las mejores logísticas de hidratación se encuentra en este 42k, son filas larguísimas de sopotocientos voluntarios en ambos extremos entregando primero vasos de la Serie G Pro 02 Perform de la Gatorade y en seguida se conecta con otra inmensa fila de agua, les confieso que hubo hidratación en todo momento y con largos puestos muy seguidos. Justo en el km 10 comencé a tomarme el Power Gel, la forma de ingerir este gel lo hago una mitad del sobre cada 5 km, es decir cuatro en total durante un 42k.

El km 15 lo pasé en 1h 10:54, lo que me hacia sentir feliz porque lograba conseguir y mantener un ritmo constante de 4:45 por km, lo cual me daba una buena proyección para el final.

Ya nos aproximábamos a la mitad de la carrera en la Adams ST, pasando el km 20 en 1h 34:30, y el medio maratón (21km) en 1h 39:22, con un ritmo esperado de 4:45 por km. Definitivamente, me sentía en ese momento cómodo, feliz y fuerte, sobretodo porque venia bastante mas rápido de lo que pensaba hacer en esté 42k.

Los 30 km pasaron en 2:21:59, que es exactamente el mismo tiempo que hice en el Maratón de Boston el año pasado, lo que me daba una buena proyección. Lo mejor de todo era que me sentía fuerte de piernas, sin grandes dolores y preparándome mentalmente para entrarle al km 35, que, desde mi perspectiva es donde prácticamente se comienza a correr el 42k con el poder de la mente.
En el kilómetro 32 me comenzaron a aparecer unos dolores extraños en los brazos e intentos de calambres, por lo que decidí, rápidamente, probar por primera vez con una bolsita de sal de las que hayen Mc Donald, en ese sentido Gina, a quien me conseguí en la expo, me había recomendado envolverlas en una bolsita de plástico para que no se mojaran. Parece mentira, pero no habían pasado cinco minutos de haberlas ingeridos, cuando los dolores e intentos de calambre desaparecieron, esto me motiva a indagar más sobre el consumo de la sal durante la carrera con la merideña, nutricionista y gran corredora Paola Rodríguez, quien fue la que me lo recomendó, y, a quien por cierto felicito desde acá por su destacada actuación en esta carrera, considerando que tuvo que luchar, durante casi un tercio de la carrera, para superar un gran obstáculo que se le presento, Paola eres una dura, mil felicitaciones y tengo la certeza, DIOS mediante, que en tu próximo 42k mejoraras tu marca con creces.

Hasta el km 35 pude llegar con el pacer de 3:20, desde acá comencé a ver como poco a poco se me iba alejando, hasta que decidí bajar el ritmo y dejarlo ir, con la intención de llegar con fuerza a la meta, además me sentía satisfecho por el tiempo logrado hasta acá, ya que prácticamente mis aspiraciones de hacer 3h 30 ya estaban superadas de acuerdo a los parciales. Así que, llegué a la conclusión que todo estaba dado para alcanzar el objetivo de las 3h25, desde acá comencé a correr con el reloj en la cabeza y con la intención de pasar cada uno de los 7 km que quedaban cercanos a los cinco minutos. La marca de 40km la pase en 3:13:03. Al doblar la Michigan hacia la Columbus, empiezo a levantar los brazos, miro para los costados, la gente aplaude, y de pronto escucho un grito Pololito, volteo y ahí estaba Joselyn con Miguelangel en los brazos en la acera del frente, les grite que los amaba, eso me lleno de emoción y energía por lo que me motivo llegar a la meta con mucho entusiasmo y los brazos en alto, la misión se habría cumplido 3 horas 24 minutos 08 segundos!!!!

Compartimos una rato con algunos corredores venezolanos que se acercaron al punto de encuentro en la “V” de Venezuela, y luego nos fuimos al hotel, para bañarnos, comer y cerrar nuestra visita a Chicago con la visita al Instituto de Arte de Chicago (Art Institute of Chicago), que es uno de los museos de arte más importantes del mundo y seguramente se encuentre entre los tres principales de Estados Unidos, junto con el Metropolitan Museum de Nueva York y el Museo de Bellas Artes de Boston

Definitivamente terminar un 42k siempre resulta ser una experiencia gratificante y enriquecedora. Por lo que aprovecho para terminar esta entrada dándole gracias a DIOS, por haberme permitido superar el capitulo de la lesión del año pasado, por mi cuerpo sano, fuerte y por las vivencias, emociones y sensaciones que producen correr un 42k, y, que tanto me gusta y disfruto.
Tal vez para ti estos retos o aquello que estés enfrentando te parezca imposible, pero quien a DIOS tiene TODO LO PUEDE Y ES POSIBLE, y solamente hace falta que lo creas y ya estará hecho. Aprovecha hoy para atraer algunas palabras de agradecimiento a DIOS por tu vida, y, recuerda à todo es posible para el que cree.

Me despido de ustedes con el corazón esponjado y con las ganas muy en alto de volver a correr otro 42k, en ese sentido he decidido asumir el reto de participar en una de las rutas más duras en cuanto un maratón se refiere, se trata del Maratón de Navidad, que se realizará el 11 de diciembre de este año, en el difícil trazado de la Cota Mil, ya les contaré de esta otra experiencia.

3 comentarios:

  1. nurmartinez78@gmail.comjueves, 10 noviembre, 2011

    Mi Agradecimiento formal por tomarte el tiempo de compartir mediante lineas tu experiencia tan enriquecedora, que lindo leer que aunque fue tu Maratón No. 26 la emoción, las ganas, y el reto es el mismo. Mi Felicitaciones y sigue así tu fuerte espíritu te llevará a lograr todo lo que te propongas y desde ya te deseo Exito en tu Maratón No. 27 en Navidad una época muy especial...Me despido no sin antes agradecerte por el apoyo recibido rumbo a mis primeros 42kms Un Abrazo Saludos Nur Duquesita

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  2. Aquí en Santiago de Surco, LIMA-PERÚ se organizó la Clasica Navidad 2011, la participación fue total.

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  3. Rodrigo Sosa - Brasil (rodsosa@yahoo.com)martes, 20 diciembre, 2011

    Hola Ramon! Foi emocionante ler a sua história. Somente aqueles enfrentam o desafio dos 42K compreendem que o sacrifício emocional, físico e social despendido é totalmente recompensado por esta conquista inesquecível. Estou me preparando para Chicago'12 e o seu relato, além de esclarecedor e informativo, me trouxe ainda mais motivação para enfrentar os meses que virão. Parabéns!

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