El hielo criollo se derrite


El Pico Humboldt esta a 4.942 metros sobre el nivel del mar, siendo la segunda montaña más alta de nuestro país.

Noticias alarmantes aparecen en las primeras planas de periódicos de todas las naciones: nuestro planeta está enfermo y tiene fiebre. El calentamiento global es una amenaza para todos los seres vivientes de la Tierra y, aunque suene sensacionalista, está aquí y ahora.

Para muchos venezolanos el tema del calentamiento global parece algo lejano y asunto de los países del primer mundo. Sin embargo, no hay que viajar hasta los polos o hasta el Himalaya para percatarse de que el retroceso de los glaciares no es una broma de los científicos o de los medios de comunicación, de Las Cinco Águilas Blancas de la Sierra Nevada de Mérida sólo quedan dos y el único glacial con mediana estabilidad que queda en Venezuela es el que une a los picos Humboldt y Bonpland.

¿Cuánta esperanza de vida se le puede dar a nuestras nieves perpetuas? Cifras para preocuparseHace 40 años, los hielos merideños tenían un poco más de 136 hectáreas de extensión. Hoy en día no llegan a las 45.

El retroceso anual de los hielos es de aproximadamente de nueve metros, por lo que si se sigue este ritmo voraz, en unos 12 o 13 años a más tardar, Las Cinco Águilas Blancas sólo formarán parte de los cuentos folklóricos andinos. Si nos quedamos de brazos cruzados y con una actitud pasiva ante tan terrible amenaza, Mérida, en el año 2019, dejará de tener entre sus tesoros naturales a sus, anteriormente, eternos hielos. Científicos diagnostican que en menos de 40 años el Ártico, quizás, pierda su capa de hielo.

Estudiosos de la materia afirman que la capa glacial de la Antártida ha perdido un millón de kilómetros cuadrados en los últimos 20 años. ¿San Nicolás ya no podrá rodar su trineo?, ¿los pingüinos se quedarán sin hogar? El calentamiento global es una realidad y depende de todos nosotros salvar a la Tierra. Estimados terrícolas te has comenzado a preguntar ¿Qué estamos haciendo o cual es nuestro aporte para salvar a nuestro planeta?, y lo peor es que nuestras próximas generaciones no tendrán otro lugar dónde vivir, ¿y entonces? ¿Qué hacemos?

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