Seguimos manteniéndonos muy fuertes en este
sueño y en esta meta, así que esta semana regresamos y retomamos con mucha fe, alegría,
entusiasmo y optimismo nuestro plan de entrenamiento, con el sueño y la firme esperanza,
DIOS mediante, de que si podremos ir a correr al Maratón de New York, la prueba
de esta semana consistió en trotar muy suavemente para probar cómo ha
evolucionado la recuperación de la rodilla, después de haber transcurridos tres
semanas del reposo absoluto, en lo que respecta a actividades físicas, tal cual
como nos lo indicó nuestro fisiatra.
Y, pensar que hace apenas un mes le
comentaba a nuestro coach Orlando Velásquez del Team 4Elementos, lo bien que
estaban saliendo las cosas, la evolución satisfactoria de mis condiciones físicas
y, lo feliz y fuerte que me sentía. Sobre todo porque hace 5 meses, había tenido
una distensión muscular en los isquiotibiales, que me condenaron a parar mis
entrenamientos y actividades físicas, esta dolorosa lesión no me permitía
avanzar en mis entrenamientos de trabajos de velocidad, viéndome en la
necesidad de pararme un mes y someterme a un plan de rehabilitación con el
fisioterapeuta Nelson Plaza, sobreponiéndome satisfactoriamente.
Así que, después de arrancar con este plan
de entrenamiento, y cuando estaba enrumbado a retomar el tope de mis
condiciones, por segunda vez e inesperadamente me sorprendió esta lesión,
viéndome en la obligación de parar, y en la necesidad de evaluar y decidir si asistiría
o no al Maratón de New York y/o de redefinir la meta del tiempo que nos
habíamos planteado desde un principio (3h10).
Es importante destacar, que en cualquier
momento a los corredores nos puede aquejar una lesión y/o una dolencia, y, según sea su gravedad
y el momento en el que se producen, además de provocar incertidumbre e
impotencia, nos pueden provocar mal humor e irritabilidad, ya que interrumpen nuestra
actividad habitual exigiéndonos un cambio en nuestro estilo de vida. La
clave está en cómo miramos y enfrentamos las lesiones, de modo que no se
transformen en lesiones mentales, que nos afecten el día a día, y/o se
conviertan en reacciones
emocionales perjudiciales (enfados, frustración, ansiedad o depresión)
En ese sentido, solo tenía dos caminos a
elegir: 1) ignorarla, auto-compadecerme, quejarme, odiar al mundo y a mí mismo,
encontrar todo negro, envolviéndome en emociones negativas y estancándome, etc,
o lo que decidir hacer 2) asumir con humildad y afrontar el problema de lleno,
aceptando la lesión, ocupándome de ella con confianza en que todo se
resolvería, para poder regresar sano, fuerte, victorioso y seguir adelante
haciendo lo que más me apasiona.
De tal manera que esta semana siguiendo las
instrucciones del fisioterapeuta retomamos progresivamente un plan para
descartar cualquier dolencia significativa en la rodilla, con la siguiente recomendación
“si
puedes caminar rápido una hora sin sentir dolor, estas en condiciones de probar
algunos minutos corriendo” así que el día miércoles realizamos una
hora de caminata, en el parque del Este, como no hubo dolor y pude caminar
fluido y sin molestias, acaté la recomendación de trotar suavemente el día
viernes 10 minutos sobre grama y arena, y si no sentía molestia correr 15
minutos el día sábado y 30 minutos el domingo. Se podrán imaginar lo que
significó para mí haber podido retomar de nuevo el trote.
Existen estudios y experiencias de
deportistas de alta elite mundial que luego de complicadas, y a veces realmente
invalidantes lesiones, han logrado volver al mismo o mejor nivel que antes, en
ese aspecto, voy a aprovechar para recomendarles una película de gran aprendiza
y oportuna para el momento, búsquenla en
youtube y véanla en sus computadoras se trata del “El Guerrero Pacifico” basada en la vida del atleta -y luego escritor- Dan
Millman), describe la relación entre un singular Maestro y su discípulo. La
enseñanza a transmitir: La suspensión del diálogo mental incesante, el abandono
del ego, la experiencia de vivir plenamente en el momento presente. Vaciar
nuestra mente para poder vivir en el momento presente es lo que trata de
enseñarnos esta película, vivir en el
aquí y el ahora. (Basada en hechos reales)
Dan Millman (Scott Mechlowicz) es un joven
deportista de éxito y campeón olímpico que lo tiene todo: fama, fortuna y
chicas. Pero su vida dará un vuelco cuando, un día, conoce en una gasolinera a
un extraño hombre (Nick Nolte) que le enseñará nuevos mundos de fuerza y
entendimiento...
Igualmente comparto con ustedes un fragmento
del libro “Inteligencia espiritual”, de Dan Millman, que he puesto mucho en práctica
durante estas tres semanas:
“Acoge
con amor este momento. No importa por dónde divague tu mente, tu cuerpo siempre
permanece aquí y ahora. Cuando sientas ansiedad, pon tu mente a descansar en el
presente. Respira profundamente, y vuelve, aquí y ahora” Dan
Millman
Alejar el espíritu de derrota será el
primer paso para iniciar la recuperación, en ese sentido les invito a aceptar
con humildad su situación, de igual forma cuando estamos lesionados, el resto
de las personas no lo están, la vida sigue y los demás continúan en el objetivo
de alcanzar sus metas y/o realizar sus actividades físicas, mientras nosotros
estamos de reposo recuperándonos. Así que, a vivir a plenitud… a dar gracias
por lo aprendido y por lo vivido, y, a seguir calando sueños a granel.
SEMANA Nª 3 DE REPOSO
El Team entreno de esta manera
Lunes: Descanso
Martes: 1 hora de fartlek en la ruta
donde practicamos Cross Country (implica cambios de ritmo en terrenos y
distancias cambiantes)
Miércoles: 15 km a
ritmo de carrera
Jueves: 2 km de trote suave + 3 repeticiones de 3.000 metros + 400
metros de recuperación entre cada 3.000.
Viernes: 1 hora de trote suave
Sábado: 8 m de trote suave.
Domingo: 20km
YO ENTRENÉ DE ESTA MANERA:
Miércoles: 1 hora
de caminata
Jueves: 1 minuto caminando + 1
minuto de trote suave x 10 veces (20 minutos)
Viernes: 10 minutos de trote continúo
Sábado: 15 minutos de trote continúo
Domingo: 5 km de trote suave
Evolución de los kilómetros acumulados, por semana:
-Semana 1: 56 kilómetros
-Semana 2: 69 kilómetros
-Semana 3: 76 kilómetros
-Semana 4: 87,5 kilómetros
-Semana 5: 72 kilómetros
-Semana 6: 46 kilómetros
-Semana 7: 76 kilómetros
-Semana 8: 78 kilómetros
Mi aprendizaje de esta experiencia y premisa de vida ha sido fortalecer mi
esperanza, fe y el ímpetu en no desmayar en intentos cuando algo nos apasiona. Como
recomendación, Si nos caemos diez veces, nos levantamos once, y que cada
supuesto revés sea una lección.
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