Ya han transcurrido más de dos meses después de haber participado
en el Maratón de Oporto, un 42k que quedará grabado para el recuerdo, como una de
las mejores experiencias, gratas, enriquecedoras y motivadoras, vividas, Primero: Por haber sido el
segundo 42k de los dos maratones que me propuse correr en una semana Segundo: Porque haber corrido
estos dos maratones seguidos, me ayudaron a conocer y a superar mis límites, a
aumentar mi grado de motivación en los momentos difíciles y a ser realistas en
referencia a nuestras capacidades, Tercero: Por
haber sido mi cuarto maratón del año 2012, es decir, con este 42k logré por primera vez correr
cuatro maratones en un año calendario. y, Cuarto:
Por los gratos y buenos recuerdos que me dejó Oporto, de veras que nunca me
imaginé que esta linda ciudad me iba a cautivar tanto, así que a los que le
gusta viajar por el mundo, a hacer un poco de turismo y a la vez correr un
maratón se las recomiendo ampliamente.
En ese aspecto, voy hacer un paréntesis para hablarles
un poco de Oporto, además de ser una ciudad de gran belleza, también cuenta con
sus secretos gastronómicos que te conquistarán. No puedes irte de Oporto sin
probar alguno de sus platos típicos y su mundialmente conocido Vihno Verde, un
acompañante obligatorio en cada comida, además de ser muy barato.
La atención a los turista en Oporto es excelente, su
gente es atenta, alegre, cálida, cordial y calurosa; su comida es lo máximo,
muy deliciosa, me di un gustazo enorme comiendo, en varias presentaciones, bacalhau
(bacalao) plato nacional que es cocinado en centenares de modos, yo que soy
amante del pulpo, no lo había probado al horno ni a la brasa, ambas recetas
espectaculares. Otra “especialidad” de Oporto son las “Francesinhas”, te la
sirven con una gran bandeja de papas fritas y es una auténtica explosión de sabores,
muy rica, un chorizo partido por la mitad dentro de dos ruedas de pan, bañadas con
queso fundido y un huevo frito encima, sumergido en una salsa a base de cerveza,
sin dudas que es una bomba culinaria, ojo, no está al alcance de todos los
estómagos. Otra de las grandes cosas que se disfruta en Oporto es su “Vihno Verde”,
sin dudas que el deleite de este vino es esa sensación de burbujas y, su
seductor aroma, color y sabor.
Oporto es la ciudad más económica de las que he
conocido hasta ahora, en Europa, además con la ventaja que tiene un buen
sistema de transporte, el Metro de Oporto tiene 5 líneas, aunque hay zonas
interesantes de la ciudad que todavía no están cubiertas por la red, sin
embargo el ticket integrado te sirve para utilizarlo en los autobuses, otra
recomendación, si te vas a mover solo por el casco histórico no merece la pena
hacerlo en metro, todo queda cerca y la vista se disfruta más caminando por sus
calles inclinadas, bajar y volver a subir, es para no olvidarla. Una de las
líneas llega al aeropuerto, e incluso hay otra que comunica la ciudad con la
localidad costera de “Povoa de Varzim” que se encuentra a casi 40 kilómetros al
norte. Las estaciones están muy limpias y me sentí siempre seguro, incluso
moviéndome de noche.
Otra actividad que no te puedes perder y que merece la
pena es la ruta de los seis puentes por el Duero, el viaje dura 50 minutos, te
pasean por el río primero hacia el interior, viendo el puente de Luis I, el de Maria
Pia, Freixo, y finalmente después de dar vuelta y pasar por el puente de Arrábida
te acercan hasta la desembocadura del río. Hace un poco de viento y por
momentos fresquito, sobre todo cuando nos acercamos al mar. Además, debes
visitar al menos una viñera en Gaia.
En concreto, la ciudad de Oporto ha sufrido una excelente
y gran transformación en la última década, convirtiéndose en uno de los puntos
turísticos más relevantes de Europa. Gracias a la declaración de su casco
histórico como Patrimonio de la Humanidad en 1996 y a su capitalidad cultural
europea en el 2001, la ciudad ha despuntado turísticamente, así que es un
destino impelable para los maratonistas, y como dato curioso en el 2013 se
celebrará su decima edición, por lo que será una gran fiesta deportiva con una
medalla alegórica muy hermosa.
En otro orden de ideas y volviendo a lo nuestro, como
ustedes saben el año pasado corrí Ámsterdam el 21 y Oporto el 28 de Octubre, el
primero lo corrí con las piernas, con buenas sensaciones, corriendo por debajo
de 5 minutos por km y terminando eufórico con un tiempo de 3h26:02. El segundo
lo corrí con la mente, con peores sensaciones y con dolores en las piernas que
no sentía desde que me dio la periostitis en el Maratón de New York en el 2010,
sufriendo sobretodo los últimos 10 kilómetros, y, finalizando con un tiempo de 3h44:04.
El sábado fuimos a la feria de corredor y comimos en la
pasta party, buena comida, abundante cerveza (rubia y negra) de Portugal, buen
ambiente, música alegre, y súper bien organizada, vale la pena ir, además que se
puede aprovechar de almuerzo, un punto a favor de los organizadores.
El domingo Oporto, a pesar que amaneció con una brisa y
un frio bárbaro y escalofriante, el día estuvo fenomenal para correr, en los
primeros 5km se sintió el frio, luego a medida que transcurría la carrera, se
mantuvo un clima rico, despejado y soleado sin hacer calor, en la salida mucha
gente, pues además del maratón se corre una carrera de 14 km, por el mismo
recorrido del maratón.
Si hay algo que me llamo la atención es que la salida
se da justo en el inicio de una pronunciada subida, bastante empinada, de casi
un kilometro, por lo que hay que ser muy inteligente para evitar dejarlo todo
al comienzo, después del primer kilometro empieza el recorrido prácticamente
por una ruta plana. A excepción de la llegada que también coincide con una
subida de más de 800 metros.
Debo confesar que el día de la carrera arranqué con un
poco de miedo e incertidumbre, primero porque no sabía cómo me iba a sentir, al
mismo tiempo, no tenía la certeza de cómo iba a responder mi cuerpo con tan poco
tiempo de recuperación y segundo porque venía de correr Ámsterdam al tope de
mis condiciones, lo que imposibilitó una rápida y eficiente recuperación.
En cuanto a la experiencia de la carrera, ese día decidí
salir a 5 minutos por km, para tratar de hacer las 3h 30m, así que me fui detrás
del pacer del globo de 3h30, sin embargo cuando llevamos 5km me sentí cómodo y
me fui adelante, el Check-Point N° 1 (10 km) marcó 48:55, este trayecto se
corre por carretera a orillas del mar, y el Check-Point N° 2 (21 km), es decir
el medio maratón lo pasamos en 1h44:32, me sentía súper bien y feliz porque mi
expectativa de hacer 3h30 se mantenía intacta y viable, gran parte de la ruta
se desarrolla recorriendo la orilla del río Duero del lado de Oporto y luego se
conectan con Vila Nova de Gaia, cruzando el famoso Puente Luis I, el paisaje por
esta zona es muy bonito y pintoresco.
Seguí con un ritmo bastante cómodo hasta el km 30 justo
donde se encontraba el tercer y último Check-Point, marcando un parcial de
2h30:10, hasta acá los parciales estuvieron perfectos, sin embargo reconozco
que a partir de acá comencé a sentir bastante pesadez y dolores en las piernas,
en el kilometro 32 coincidieron varios aspectos, justo acá me paso el pacer de
3h30, con el retorno hacia la meta comenzaba la parte más difícil del
recorrido, sobre todo porque se corre sobre adoquines, y aparecieron
repentinamente los dolores insoportables en las piernas acompañados de alguno
intentos de calambres, por lo que me vi en la necesidad de bajar el ritmo y
reservarme para poder llegar a la meta sin caminar, ya a partir de este
kilometro mis expectativas dieron un vuelco rotundamente, ya mi objetivo no era
hacer las tres horas y medias, mi mente solo pensaba en llegar y lo que más
temía era pararme y tener que caminar, sobretodo porque era el tramo incomodo
sobre adoquines.
Superados los 35 kilometros pensé en lo poco que me
hacía falta y el tiempo ya no me importó. Sólo quería terminar y cruzar la
meta, marque los 40 kilómetros en 3h:32, las piernas pesaban, sentí muchas
contracciones y calambres, en eso comencé a concentarme en pensamientos
positivos, viendo el paisaje de la playa y palmeras, disfrute el viento
abrazando todo mi cuerpo. Sólo 2 kilómetros más para llegar a la meta y lograr
cumplir mi sueño, la llegada tiene una subida de unos 800m para entrar en la meta
que está situada en el extremo de un enorme parque, con bastante animación, la
gente aplaudía, decía mi nombre, me pedía que no parara, me felicitaba por
estar allí a pocos metros de la meta.
Finalmente, divisé el arco rojo, con la última gota de
energía, pisé la alfombra, crucé la meta y me dije ¡lo logré¡, elevé mis manos y
miré al cielo para darle gracias a DIOS, me gané mi segunda medalla en siete
días. Es evidente que para completar este reto personal de correr dos maratones
en siete días, había que estar física y mentalmente preparado.
Lo mejor de llegar a la meta fue la alegría de ver a
Joselyn en la llegada, las risas, sentimientos encontrados, emoción a flor de
piel, las anécdotas, los dolores, lagrimas y los momentos que viví en esta
experiencia lo pude compartir con ella en ese momento, los dolores pasarán al
olvido, y el disfrute y gozo quedarán para el resto de la vida, por eso siento
que valió la pena y el esfuerzo realizado para correr estos dos maratones en
una semana. Nunca me cansaré de repetirlo ¡Gracias! DIOS por mi cuerpo sano y
fuerte, y por la fortaleza y coraje de mi mente.
La experiencia de correr Amsterdam y Oporto seguidos,
me permitió validar y ratificarle a mi mente la hermosa frase bíblica “Si
puedes creer, al que cree todo le es posible” (MC 9, 23 ), debo reconocer que
fue una prueba dura, además del dolor y sufrimiento que experimente, pero a su
vez muy gratificante, motivadora y satisfactoria, siento que ambas carreras me
permitieron crecer, seguir conociendo a mi cuerpo y sobretodo superar el umbral
del dolor, además, de desarrollar mi espíritu constructivo y confirmar el GRAN
poder de la mente que tenemos nosotros los maratonistas. ¡Gloria a DIOS!
Asimismo, aprendí tantas cosas de mí mismo, en este
proceso descubrí que los límites en ocasiones son mentales, que los temores más
grandes nos invaden en los momentos en donde creemos no poder más. El cuerpo es
una máquina maravillosa y perfecta que es capaz de superar tantas limitaciones,
pero que siempre dependerá de tu mente, tu voluntad y, la fe y confianza que
tengas en ti mismo, sin dudas herramientas que me ayudaran en lo sucesivo a
conquistar, terminar y llegar a meta la meta con éxito en los próximos
maratones.
Algunas personas no se creen capaces de correr ni siquiera
5 kilómetros, pero la diferencia consiste en la determinación con la que te
propongas una meta, la disciplina para practicarlo una y otra vez, pero sobre
todo que logres romper las barreras y paradigmas mentales que te autosabotean y
te hacen creer que no eres capaz de alcanzar muchas cosas en tu vida.
Por lo demás, si me preguntan si lo volvería hacer?
honestamente les diría que si, jejejeje, es más les adelanto que ya estoy
pensando en repetirlo, en el año 2014, y los escenarios elegidos son Washington
y New York, la idea es participar primero en el Marine Corps Marathon, que se
corre una semana antes del Maratón de New York, así que les confieso que desde
ya he decidido, DIOS mediante, correr estos dos 42k seguidos, si bien es cierto
que un 42k nada está escrito en dos menos jejejeje, no obstante, hay que
reconocer la ventaja que ya lo viví, sé que puedo hacerlo, aprendí de algunos
errores, y, lo mejor de todo es que puedo corregir y mejorar esos detalles.
En otro orden de ideas, ya me encuentro entrenando para
mis dos siguientes metas del año 2013, Maratón de Disney el 13 de enero y
Maratón CAF, el 24 de febrero, yo soy de los que piensa que un buen maratonista
al cruzar la meta ya debe saber cuál será su siguiente 42k.
Quiero agradecerles a todos aquellos que estuvieron
pendiente y que me apoyaron en este intento de lograr este reto personal, para mí
ha sido una experiencia diferente, por llamarla de alguna manera, que me ha
dado mucho que aprender, y, sobre todo seguir conociendo a mi cuerpo.
Y, finalmente cierro con esta frase de Mickel Melamed,
una de sus frases, que más me ha inspirado “No llegas a conocer tus verdaderos
límites hasta que los pruebas y si llegas al límite de tu desempeño,
descubrirás con alegría que será simplemente, tu nuevo punto de partida”. sin
dudas que esta frase recoge en cierta medida lo desafiante y motivador que fue
esta experiencia porque no sólo me permitió seguir conociendo mi cuerpo y
comprobando mi capacidad física, superando mis propios límites y viviendo a
plenitud, sino que me demostró que puedo ir por más.
Recién descubro este Blog y me parece buenísimo.
ResponderEliminarDesde ya soy seguidor.
Felicidades y saludos desde México
Gerardo Enríquez
Visita mi Blog:
http://www.cronicasmaratonytriatlon.blogspot.mx/
Hola por favor alguno de vosotros me podrías decir como conseguir o si alguien tiene una foto llegada a meta en maratón o porto 2015:son dos hermanos de Galicia del club carma y al llegar entraron de la mano con sus hijos :sería un gran regalo conseguirle esa foto:podéis poneros en contacto comigo a mi hotmail:pachi_patri@hotmail.es o enviarme un mensaje mi movil:639236742:ojala me deis en breve una noticia buena y si alguien la encuentra :entrando de frente que se vean caras me diga:os lo agradecería mucho :sobre 3 horas:creo tirando a las 4 más o menos tardaron:en camiseta pone carma y detrás en espalda hay una necia dibujada y los dos hermanos tienen barba
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