Se aproxima
la fecha de la carrera, en otras palabras esta semana estaré participando en mi
maratón número 27, se trata de la tercera edición del Maratón de Navidad, el
día 11 de diciembre, y, desde ya puedo experimentar esa sensación que me
recuerda que la fecha del maratón ya llegó. Es como un cosquilleo en la barriga
lo que siento, cada vez que me toca correr un 42k. Además, lo que se
experimenta en este momento es como una mezcolanza de sentimientos, alegría,
expectativas, emoción, adrenalina y nervios, evidentemente producto de que ya
nuestro organismo sabe que estamos cerca de lo que viene.
Si bien es cierto que he corrido muchos
maratones, y, que con el tiempo y un poco de práctica, lo difícil se hace
rutinario y hasta fácil, cada vez que me toca participar en un maratón no dejo
de experimentar ese nerviosismo de anticipación que, por supuesto, también
forma parte de la preparación, asimismo, cada 42k es una historia y una
vivencia diferente desde todo punto de vista.
Vale decir, que este será mi segundo Maratón
de Navidad, sin embargo prácticamente es como si fuese la primera vez, ya que
el año pasado la ruta de este evento fue modificada en su totalidad, por lo que
tendremos el factor de incertidumbre al no tener la experiencia ni el
conocimiento total de esta difícil ruta, no olvidemos que es una ruta quebrada
con muchas subidas y algunas bajadas pronunciadas, por tal motivo, nos genera
un poco de incertidumbre. De igual forma este será mi segundo 42k,
prácticamente, en dos meses, el primero fue el Maratón de Chicago el 9 de
octubre, y ahora este nuevo reto. Asimismo, es importante destacar que este 42k
lo correremos sin presión alguna, ya que tenemos pocas semanas de preparación.
De acuerdo con lo dicho, entramos en la última
fase de nuestros entrenamientos, y, lo más recomendable que debemos hacer,
ahora que tenemos el mapa de la carrera y sobre todo sabemos que gran parte del
trayecto se desarrollará por la Cota Mil, lo mejor será preguntarnos: ¿Salgo
lento o rápido? ¿Debo ser conservador? ¿Corro con un grupo que lleven mi ritmo
o corro solo? ¿Cómo enfrento las subidas y las bajadas? ¿A qué ritmo voy a
correr? ¿Cuánto podré soportar a ese ritmo?, bueno, muchas de esas respuestas
dependerán de cómo este ese día, del clima, además, del estado físico y mental,
de igual forma dependiendo de las fuerzas con que se llegue al retorno de la
carrera en La Cota Mil, que será justo en el semáforo donde se encuentra la
Iglesia de San José del Ávila.
Para que se
entienda mejor, debemos elaborar nuestra estrategia de carrera.
Para ello, ante todo, debemos tener en cuenta dos aspectos: primero,
estar claros cuál es el ritmo de carrera que, bajo ningún concepto, debemos
cambiar y, segundo, conocer bien la ruta por la que vamos a pasar, es
decir, el perfil de la prueba.
Una vez que tengamos
claras estas premisas, podemos dar comienzo a la última tarea, previa al
maratón. Hay que “estudiar” cada kilómetro de la ruta por la que vamos a pasar:
donde es plano, donde están las subidas, donde están las bajadas, si es
probable que haya gente animando, en que distancia se encuentran los puntos de
hidratación, etc. En fin, debemos analizar el mayor número de elementos y
obstáculos a los que nos vamos a enfrentar
De igual forma hay que
evitar dejarse llevar por la euforia que producen las bajadas, ya que cuando
nos toque enfrentar de nuevo las subidas, prácticamente, las piernas estarán
congestionadas y sin fuerza, así que debemos cuidar y manejarnos muy bien en
las bajadas de Altamira y La Castellana yendo, y de regreso la Av Sanz.
Asimismo, a muchos
corredores les gusta dividir el maratón en varias partes, por ejemplo, en
cuatro puntos de 10 kilómetros, señalando los tiempos de paso en cada uno de
ellos, para tener una buena referencia. Así que, se puede aprovechar al mismo
tiempo que estudiamos la ruta de la carrera para saber donde están esos puntos
que nos puedan servir de referencia.
Y, para culminar, es
importante comentar que esta carrera hay que enfrentarla con suma inteligencia,
ya que en los primeros 10 km nos encontraremos muchas subidas, y los corredores
que se dejan arrastrar al inicio por la euforia que se genera en este tipo de
carreras, terminan consumiéndose parte del glucógeno en estos primeros
kilómetros pagándolo muy caro al final de la carrera
Regresando a nuestros entrenamientos, la semana
pasada les comenté que habíamos acumulados 75km, si equiparamos de lo que sería
una semana (7 días) desde el sábado 26 hasta el viernes 2, en estos 7 días
logramos acumular un total de 84 km, pasando a ser la cantidad más grande de km
acumulados en 7 días.
La semana pasada el entrenamiento se desarrolló
de la siguiente manera.
Lunes: 1 hora de trote con pulsaciones por debajo de
130 ppm
Con respecto al trabajo de esta semana,
bajaremos un poco la cantidad de kilómetros.
Así que, la semana
N° 12, quedará de la siguiente manera:
Según lo dicho anteriormente, y para los que no nos han seguido desde
el inicio de este plan de entrenamiento, la semana que viene abriremos nuestra
entrada con la semana N° 11, en alocución al Maratón de Miami, que será nuestro
próximo objetivo dentro del plan de estas 15 semanas.
Con respecto a mi experiencia en este 42k, pronto les contaré que tal
la experiencia y sobretodo como me sentí.
Suerte y
mucho éxito a los corredores, súper duros, que decidieron participar en este
42k, seguramente muchos de ellos estarán superando sus límites en esta dura y
difícil competencia, además, que mejor manera para cerrar el año 2011,
corriendo un 42k en nuestra gran ciudad. Les deseo que se sientan muy bien y
que logren llegar a la meta con mucha fuerza, entusiasmo y alegría. Nos vemos
ese día. Ya falta poco para que la conquista de esta meta sea nuestra!!!
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