Y pude comprender el porque este 42k es considerado uno de los más exclusivos y mejores, por no decir el mejor, del mundo, así que a aprovechare para compartir con ustedes, en esta primera entrega, algunas reseñas acerca de este famoso 42k.
El maratón de Boston es diferente, porque no se trata de un 42k más, como los demás, es la carrera más sofisticada, elitista y aristocrática del mundo. Ni Londres, ni Berlín, ni París –y obviamente tampoco New York o Chicago- pueden comparársele. Y los motivos son simples. Boston es la única que se ha corrido ininterrumpidamente por más de cien años (114 años) y por lo tanto, es la maratón más antigua del mundo.
Comenzó apenas un año después de que el Barón Pierre de Coubertin lanzara la versión moderna de las Olimpíadas de 1896. En 1897, inspirados por el Maratón olímpico ocurrido el año anterior, los miembros de Boston Athletic Club decidieron organizar una carrera similar en el día de los patriotas. Incluso la distancia del curso sería similar al curso antiguo desde Maratón a Atenas. Quince intrépidos corredores participaron en el primer desafío en 1987. Diez terminaron el maratón. El ganador fue John McDermott que corrió las
En el año de 1909, Boston atrajo 164 corredores y este número no aumentó demasiado en las décadas siguientes. La primera muestra de como sería el auge de los maratones, de los años 70, fue en 1963 debido a un artículo en Sport Illustrated Magazine sobre
En 1966, Maratón de Boston comenzó a aceptar las corredoras femeninas. En la primera edición de las competiciones femeninas, no se reconocieron las ganadoras oficialmente. Apenas en 1972 Nina Kuscsik fue declarada la ganadora oficial del Maratón de Boston con el tiempo de 3:10:26.
Es el único 42k que exige excelentes tiempos clasificatorios, por edades, para poder participar en ella, a diferencia de los demás 42k, que tan sólo basta conseguir la inscripción, para poder participar en ellas. En los inicio de los años 70, durante el auge de los maratones, Boston introdujo los tiempos calificativos para participar en la carrera. No obstante esta medida no disminuyo el número de participantes, al contrario, la exigencia de los tiempos calificativos dio más importancia y relevancia al Maratón de Boston.
La edición 1996, celebrando sus 100 años, hizo que se convirtiera en el maratón de la historia con la mayor cantidad de participantes (38.708).
Boston es un mito de tal magnitud entre nosotros los corredores, que cuando escuchamos a un corredor decir “Yo clasifiqué para Boston”, genera respeto, interés y admiración, ya que sabemos que sus tiempos son muy buenos y respetables.
Cuando competí en el Maratón de Boston, por primera vez en el 2008, al pararme en la línea de salida, sabía que los corredores que estaban a mi lado eran unos de los mejores del mundo, y eso me llenaba de orgullo.
Cualquier corredor, que en sus inicios, haya escuchado hablar de Boston, sabe lo que significa correrlo y seguramente lo ha puesto entres sus metas de mediano plazo y así poder lograr los tiempos exigidos para participar en ella.
Además, Boston es el único 42k que no se corre un domingo, es decir, se corre un día lunes, este año será el 19 de abril. Y esto se debe al, “Patriot´s Day”, literalmente “Día de los patriotas”, en el que el país celebra el aniversario de 1775 en que comenzó la “Revolutionary War” o Guerra de
Es también casi la única –New York es otra excepción en esto- cuyo trayecto no discurre atravesando todos los barrios de la ciudad, sino que es casi diríamos recta, desde un pueblo en las afueras, hasta el centro de Boston, pasando por ocho ciudades diferentes (Hopkinton, Ashland, Framingham, Natick, Wellesley, Newton, Brookline y Boston).
Quizás el corredor más famoso de la historia de Boston sea John Kelley, quien corrió 58 veces entre 1938 y 1992 y alguna de esas veces lo ganó. Es literalmente, un prócer. Tiene una merecida estatua en el kilómetro 30.
Hay varios atletas que destacan en su participación, comenzando con Clarence DeMar, el cual ganó siete versiones en los años 1911, 1922, 1923, 1924, 1927, 1928 y 1930. Algo que objetivamente es muy poco probable de superar. Otro grande de esta competición es Bill Rodgers, quien obtuvo la gloria en cuatro ocasiones dentro de los años 1978 y 1980, de las cuales tres fueron consecutivas.
Otros “héroes” o heroínas que merecen ser conocidos son por ejemplo Keizo Yamada, un japonés al que en 1953 le dijeron que era demasiado menudo, demasiado frágil y pequeño para correr una maratón. La ganó. Roberta “Bobbi” Gibb fue la primera mujer que corrió esta maratón. Lo hizo en 1966, pese a haber recibido una prohibición para hacerlo por escrito. La segunda fue K. V. Switzer (Katherin) que en 1967 se inscribió sólo con sus iniciales pues las maratones continuaban prohibidas para mujeres. Hasta el instante de largada permaneció escondida entre los arbustos y al empezar a correr, debió esquivar a los hombres que pretendían detenerla y arrancarle el número. Ambas hicieron historia de los derechos femeninos. Lucharon contra el miedo de algunos hombres a la competencia de las mujeres. Desde entonces, las corredoras han mejorado sus tiempos mucho más que los varones.
La maratón de Boston tiene una fama terrible y merecidamente ganada, por sus numerosas bajadas y subidas, en particular la del kilómetro 32, aproximadamente, a la que llaman “Hear break Hill” (la rompecorazones) porque a esa altura, encontrarse con semejante obstáculo, para muchos corredores es francamente desmoralizante.
Boston ofrece un trayecto que se desarrolla mayoritariamente en bajada; no obstante, la dificultad de la misma está a la vista, sobre todo, gracias a unas sinuosas elevaciones que están en cuatro puntos que, por disposición natural, terminan por quebrar el espíritu luchador de muchos. Las ubicaciones están entre los kilómetros 28 y 34.
Todas las maratones importantes del mundo han corregido sus circuitos de modo de eliminar colinas, de hacerlas más planas y por tanto más rápidas y atractivas para los corredores del mundo. Boston no ha hecho nada de eso. ¿Será porque no es posible? ¿Será porque los organizadores no tienen la capacidad que se requiere? Son quienes más maratones han sacado adelante en el mundo, nadie supera a los bostonianos en experiencia. No, la causa es otra: tradición, algo que para la gente de esta ciudad pesa más que para los europeos. Si siempre la hemos corrido en ese circuito, dicen, ¿por qué habríamos de cambiar ahora? ¿cómo haríamos para comparar con los récords de otros años? Si siempre corrimos un lunes, ¿por qué habríamos de cambiar al domingo? Y hay que aceptarlo, es Boston. Si Ud. prefiere velocidad y eficiencia a tradición y gloria, vaya a correr a otra parte.
Cada año los Medias Rojos, realizan un juego como home club el día lunes, para que los fanáticos animen a los corredores en la milla que pasa por estadio.
En el año 1980, una mujer realizó una de las más grandes estafas realizadas en una carrera de maratón. El engaño, significó una alerta a las posibles trampas de los corredores en las grandes competencias.
En 1980, el mundo observaba sorprendido como una corredora lograba el tercer mejor tiempo jamás logrado por una mujer en maratón. Rosie Ruiz, llegaba a la meta en la maratón de Boston, pero realizando una de la estafas mas resonantes en las competencias mundiales. Sin lugar a dudas, la persona más afectada por la trampa fue Jacqueline Gareau. Esta corredora no era favorita para ganar pero se había entrenado durante tres años para participar en la prueba y el empeño puesto en la carrera la hacía merecedora del primer puesto.
Durante la carrera, Gareau, había encabezado grupo de mujeres la mayor parte del tiempo. Cuando faltaba una milla para terminar la prueba todo hacia pesar que ella seria la ganadora, sin embargo en este punto de la carrera otra competidora apareció detrás de ella, la sobrepaso y gano la prueba en un tiempo record. Inmediatamente se produjo una gran conmoción en el ambiente competitivo.
Bill Rodgers, el ganador entre los hombres, afirmo que sospechaba de toda la situación, inmediatamente terminada la prueba. El corredor observaba la poca musculatura de la ganadora, el tiempo increíble de su proeza y el hecho de que en la meta no se veía fatigada, no sudaba y cuando la entrevistaron, no parecía conocer los términos del atletismo. Las investigaciones, comenzaron inmediatamente, en gran parte motivadas por los organizadores de la carrera.
En poco tiempo se encontró que Ruiz había calificado para Boston tras haber obtenido una puntuación fraudulenta en el maratón de Nueva York. Obtenidos estos datos y otros de testigos que la vieron en el metro, se consideró que lo mas seguro es que la corredora había saltado dentro del grupo de corredoras a una milla de la meta, quizás no teniendo en cuenta o sin sospechar que lo había hecho en el grupo que iba a la cabeza. Una semana más tarde, y después de la descalificación se otorgó la medalla de ganadora a Gareau.
Luego les envíare más reseñas sobre este importante maraton y en mi próxima entrega les hablaré de mi experiencia en el Reto Goofy (mi maratón N°23).
Ramón, excelente articulo. Definitivamente Boston es el maratón al que todos los corredores de fondo aspiran ir algún día. Como a veces digo, NY es el bautizo para los maratonistas y Boston es la primera comunión. ¡Nos vemos este año en Hopkinton!
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarHe dado con su blog de casualidad. Me ha gustado mucho conocer cosas que desconocia del maratón de Boston. Existe en su pais algún club sólo de mujeres. Nos gustaría contactar con mujeres corredoras de todo el mundo para compartir experiencias. Un saludo
Tortuga
www.correconnosotras.com
Gracias Carlitos, así será mi amigo, cuéntame cual es el tiempo que estas aspirando para Boston, de pronto compartimos un trecho de la carrera como en el Maratón de Chicago...un abrazo y saludos a la familia.
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